CULTURA DEL "ÚLTIMO HOMBRE"

La Cultura o Política del "Último Hombre", consiste en considerar al hombre como un producto final, en un usuario de si mismo, sin importar en absoluto su conexión con el pasado y  el futuro. Los ciudadanos de las sociedades capitalistas se consideran usuarios finales de si mismos. Su propia vida es una vida terminal sin ninguna conexión con una historia y tradiciones heredadas del pasado, y despreocupada sobre su incidencia sobre el futuro, en concreto, sobre el traspaso de lo recibido (nación, cultura, histora...).

Es un hombre sin retorno y estéril a perpetuidad, pretende conservarse perpétuamente, y las cosas "no materiales" no tienen cabida en su vida. Es la antítesis del "primer hombre" de Hegel, que es el primero que se diferencia de los animales salvajes porque busca cosas "no materiales".

No es este un "último hombre" en el sentido de Fukuyama (tras la caída del comunismo estamos en una época que consideramos como el fin de la historia,  esto significaría el fin de las guerras y las revoluciones sangrientas, los hombres satisfacen sus necesidades a través de la actividad económica sin tener que arriesgar sus vidas en ese tipo de batallas, las ideologías han muerto).